MISTERIOS LUMINOSOS, ADVIENTO
Santo Rosario
Por la señal...
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS LUMINOSOS
en Adviento
Con San Juan de la Cruz
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
Oh Santísima Trinidad, ¡yo Os adoro! ¡Dios mío, Dios mío, yo Os amo en el Santísimo Sacramento!
Del Evangelio de S. Mateo 3, 16-17
Después de ser bautizado Jesús, se oyó una voz que decía: “Este es mi Hijo amado en el cual puse mis complacencias”.
“Éste es el índice para que el alma pueda conocer con claridad si ama a Dios o no, con amor puro. Si le ama, su corazón no se centrará en sí misma, ni estará atenta a conseguir sus gustos y conveniencias. Se dedicará por completo a buscar la honra y gloria de Dios y a darle gusto a El. Cuanto más tiene corazón para sí misma menos lo tiene para Dios.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
Oh Santísima Trinidad, ¡yo Os adoro! ¡Dios mío, Dios mío, yo Os amo en el Santísimo Sacramento!
Del Evangelio de S. Juan (Jn 2,3.5)
María dijo a Jesús: “No hay vino”; y a los sirvientes: “Haced todo lo que mi Hijo os diga”.
“El que discretamente ama no cura de pedir lo que le falta y desea sino a representar su necesidad para que el Amado haga lo que fuere servido, como cuando la bendita Virgen dijo al amado Hijo en las bodas de Caná de Galilea, no pidiéndole derechamente el vino, sino diciéndole: "No tienen vino (Jn 2,3).”
Pidamos, por intercesión de la Virgen de Fátima, que los cristianos de hoy pongan sus pies, sus manos y su corazón al servicio de los hermanos, y así surjan nuevos milagros.
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
Oh Santísima Trinidad, ¡yo Os adoro! ¡Dios mío, Dios mío, yo Os amo en el Santísimo Sacramento!
Del Evangelio de S. Marcos (1, 14-15)
“Arrepentíos y creed en el Evangelio”.
“Quien sepa morir para todo, tendrá vida en todo.”
Que, por cuanto aquí purga Dios al alma..., conviene que sea puesta en vacío y pobreza y desamparo de todas estas partes (potencias interiores y exteriores), dejándola seca, vacía y en tinieblas.”
4.-La Transfiguración del Señor
Oh Santísima Trinidad, ¡yo Os adoro! ¡Dios mío, Dios mío, yo Os amo en el Santísimo Sacramento!
Del Evangelio de S. Lucas (9,28.35)
Jesús (...) subió a un monte para orar. Y se oyó una voz que decía: “Este es mi Hijo predilecto, escuchadlo”.
Jesús (...) subió a un monte para orar. Y se oyó una voz que decía: “Este es mi Hijo predilecto, escuchadlo”.
“Más estima Dios en ti el inclinarte a la sequedad y al padecer por su amor, que todas las consolaciones, visiones y meditaciones que puedas tener.”
5.- La institución de la Eucaristía
Oh Santísima Trinidad, ¡yo Os adoro! ¡Dios mío, Dios mío, yo Os amo en el Santísimo Sacramento!
Del Evangelio de S. Mateo (26, 26-27)
Mientras comían, Jesús tomó el pan (...), lo partió y se los dio a sus discípulos diciendo: “Tomad y comed. Este es mi cuerpo.”
“Cuando me pienso aliviar
de verte en el Sacramento,
háceme más sentimiento
el no te poder gozar;
todo es para más penar
por no verte como quiero,
y muero porque no muero.
Y si me gozo, Señor,
con esperanza de verte,
en ver que puedo perderte
se me dobla mi dolor;
viviendo en tanto pavor
y esperando como espero,
muérome porque no muero..”
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